Las manchas oscuras, la pintura que se despega o ese olor a humedad que no desaparece. Si has notado alguno de estos problemas en las paredes de tu vivienda o local, seguramente te enfrentas a un problema de humedades. Pero no todas las humedades son iguales, y saber si se trata de condensación o filtración es clave para aplicar la solución correcta.
En este artículo te ayudamos a diferenciar estos dos tipos de humedad, conocer sus causas, sus señales más comunes y cómo tratarlas de forma efectiva.
¿Qué es la condensación?
La humedad por condensación aparece cuando el vapor de agua que hay en el ambiente entra en contacto con una superficie fría, como una pared, y se convierte en gotas de agua.
Causas más frecuentes:
- Escasa ventilación interior.
- Uso habitual de estufas, duchas o cocinas sin extracción adecuada.
- Aislamiento térmico deficiente.
- Ventanas de cristal simple.
Este tipo de humedad es muy común en viviendas modernas mal ventiladas o muy herméticas, donde el vapor generado en actividades diarias no puede salir.
¿Qué es la filtración?
La filtración ocurre cuando el agua del exterior penetra a través de paredes, tejados o suelos debido a un fallo en la impermeabilización o materiales deteriorados.
Causas más comunes:
- Grietas en muros exteriores.
- Tejados o terrazas con filtraciones.
- Canales de desagüe obstruidos.
- Fachadas sin tratamiento impermeable.
En este caso, el problema viene de fuera, y suele empeorar con lluvias, nevadas o niveles altos de humedad ambiental en el entorno.
¿Cómo distinguir entre condensación y filtración?
Aunque los síntomas pueden parecer similares a simple vista —manchas oscuras, pintura que se desprende o sensación de humedad en el ambiente—, hay varias pistas que te ayudarán a saber si se trata de condensación o filtración.
La humedad por condensación suele aparecer en el interior de las viviendas, especialmente en las esquinas de las habitaciones, detrás de muebles o cerca de ventanas. Es más común en invierno, cuando hay una gran diferencia entre la temperatura interior y exterior, y se produce en viviendas con mala ventilación.
Si notas que las manchas aparecen de forma uniforme, sobre todo en zonas altas de las paredes o en los techos, probablemente sea condensación. También es frecuente que venga acompañada de moho negro, especialmente en zonas frías de la casa.
En cambio, la humedad por filtración se origina por agua que entra desde el exterior. Suele manifestarse en paredes que dan al exterior, en sótanos, muros medianeros o techos bajo terrazas. A menudo se presenta como manchas localizadas y más visibles después de días de lluvia.
Si notas que el problema empeora cuando llueve o si aparecen humedades a media altura de las paredes (no en la parte superior), es muy probable que se trate de una filtración.
¿Qué riesgos tiene cada tipo de humedad?
Cualquier tipo de humedad mal tratada puede generar problemas en el edificio y en la salud de quienes lo habitan.
Condensación:
- Aparición de moho en paredes y techos.
- Empeora problemas respiratorios, especialmente en niños y personas mayores.
- Aumenta la sensación de frío en el interior de la vivienda.
Filtración:
- Deterioro progresivo de muros y estructuras.
- Riesgo de desprendimientos de pintura, revestimientos o yeso.
- Problemas eléctricos si la humedad alcanza instalaciones internas.
¿Cómo se solucionan?
La solución dependerá del tipo de humedad y de su causa concreta.
Para la condensación:
- Mejorar la ventilación: abrir ventanas, instalar rejillas o sistemas de ventilación mecánica.
- Aumentar el aislamiento térmico de paredes y ventanas.
- Utilizar deshumidificadores en zonas problemáticas.
Para la filtración:
- Sellado de grietas o fisuras en fachadas.
- Rehabilitación del tejado, cubierta o canalones.
- Aplicación de revestimientos impermeabilizantes en zonas expuestas.
- En casos graves, intervención profesional para reparar la estructura.
Identificar si una humedad es por condensación o filtración es el primer paso para resolver el problema de forma eficaz. Aplicar una solución equivocada puede no solo empeorar la situación, sino también suponer un gasto innecesario.
Si tienes dudas, lo más recomendable es contactar con un especialista en rehabilitación de edificios. Un diagnóstico profesional te permitirá actuar con rapidez y devolver a tus espacios la seguridad y el confort que necesitas.